viernes, 24 de febrero de 2012

Piden un nuevo modelo de tarifa eléctrica basada en el uso de la red

La Asociación de directivos de Compras AERCE reclama un nuevo modelo de tarifa regulatoria de la red eléctrica, basado en un sistema que corrija el actual reparto de costos, bonificando el uso adecuado de la electricidad y penalizando la ociosidad de las instalaciones.

Actualmente, el modelo recaudatorio de la tarifa eléctrica utiliza como criterio fundamental de recaudación la cantidad de energía eléctrica que circulará por el Sistema Eléctrico Nacional de Transmisión de Electricidad (SENTE). Si la cantidad que transportarán estas redes es de 100, cuando la demanda de electricidad es de 100, cada unidad de electricidad soporta una unidad de importe. Sin embargo, cuando la demanda de electricidad se reduce a la mitad, cada unidad de electricidad circulada por el SENTE debe pagar el doble para seguir cubriendo la totalidad del importe. Esto implica que los consumidores que consumen electricidad habitualmente soporten el sobrecoste del sistema con tarifas muy superiores a las que le corresponderían.

Por este motivo, en el marco del I Encuentro Nacional de Compra de Energía, AERCE ha reclamado un nuevo marco que implique que pague más quien no utiliza la capacidad que tiene a su disposición, y menos quien la utiliza habitualmente, como las industrias, hospitales, ferrocarriles o viviendas habituales.

El secretario general de AERCE, Jenaro Reviejo, ha explicado que “con el modelo actual, el déficit no parece tener fin, lo que requiere por parte del regulador la aplicación urgente de medidas de choque que frenen esta situación”. Según Reviejo, conviene adoptar un enfoque distinto al tratamiento de la garantía del suministro, que en ningún caso pasa por una tarifa TUR sin discriminación horaria, con un recargo del 20%” y altos sobrecostes para las tarifas industriales.

En este sentido, el vicepresidente de AERCE en el País Vasco, Ramón López, ha señalado que el déficit de la tarifa es uno de los problemas estructurales más importante y urgentes al que se enfrenta el nuevo Gobierno y que, por este motivo, AERCE presenta un nuevo modelo que trata de corregir el actual reparto de costos bonificando el uso adecuado de la electricidad y penalizando la ociosidad de las instalaciones.
AERCE, que ya ha hecho llegar su propuesta al equipo económico del actual Gobierno, continuará defendiendo y presentando la nueva propuesta para conseguir que se implante un modelo que implicaría ahorros en las tarifas de acceso para quienes hagan un uso regular de la capacidad contratada.

Los principales problemas de la regulación eléctrica actual y las posibles soluciones se han debatido en el I Encuentro Nacional de Compra de Energía, el primer panel no sectorial organizado para consumidores del sector privado y público y que se celebró ayer en Madrid. El encuentro, puesto en marcha por AERCE través de la iniciativa para la innovación en Compras Foroinnova21, se centró en analizar la tarifa eléctrica, la contratación del suministro, la eficiencia energética y la importancia de la monitorización de las instalaciones, y la gestión de la demanda.

Luis Maqueda, de la Comisión Nacional de la Energía, apostó por la necesidad de una “revolución regulatoria” puesto que se han multiplicado los agentes que intervienen en la industria desde el punto de vista de la generación, transporte, distribución y comercialización del servicio energético. Esto ha dado lugar a que el sistema sea más complejo y se ha traducido en un incremento de los costes energéticos. El servicio energético ofrece al cliente final la decisión de escoger comercializadora. Pero a pesar de esta liberalización, la competitividad entre empresas no es del todo posible debido a que España sigue siendo de los pocos países occidentales en los que se mantiene una tarifa única de electricidad. Esto provoca que las ofertas que las empresas pueden realizar a los consumidores no puedan basarse en principios sólidos, y esto acaba acarreando la generación de un mayor déficit tarifario.

Luis Imaz fue el encargado de dar el punto de vista de los proveedores de energía, como representante de la Red Eléctrica Española. Para él, la importancia del operador del sistema reside en la gestión de la curva de la demanda. Al no poderse parar los ciclos por los costes que supondrían, se ha de apostar por cambiar el modelo de consumo energético y acabar con la energía producida que es “desperdiciada”.
Por otra parte, Txetxu Sainz, del Ente Vasco de la Energía, considera imprescindible hacer un buen análisis de las curvas por parte de las empresas, para así establecer un buen control del gasto energético. Algunas de las soluciones que Sainz propone se basan sobre todo en crear la figura del controlador de consumo, que se encargue de la monitorización de la energía.

José María Álvarez, de EGL, habló sobre el panorama de la comercialización liberalizada de la energía. Al respecto, recalcó la importancia de fijar unos mecanismos estables mediante los cuales se fije el precio de la energía, pues al comprarse cada tres meses en subasta, se producen grandes desajustes.
Por su parte, Javier Vázquez Mateos, de Iberdrola, explicó que las distribuidoras han evolucionado para convertirse en un punto de relación con el cliente, lo que quizás no debería ser su función. Mateos concluyó apostando por una comercialización inteligente de la energía, basada en los momentos de consumo, la cual se debe ver respaldada por unos sistemas operativos que permitan hacerlo de manera correcta, como son los contadores inteligentes.

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